mitos y leyendas de Lambayeque

Cuáles son los mitos y leyendas de Lambayeque

Los pueblos del interior del país tienen un rico y variado caudal de mitos y leyendas, como Lambayeque que tienes muchas historias para contar. Veamos algunas de ellas.

La venganza de la Luna

La luna se había enamorado de un indio mochica noble que era hechicero, para lo cual se convirtió en mujer, pero fue desdeñada por él. Ante la insistencia de la luna, el hechicero decidió aceptar casarse, pero al momento de realizarse la ceremonia hizo un hechizo que impidió su consumación. La luna enojada castigo al hechicero colocándolo en el cielo en la constelación de las Tres Marías. De las tres estrellas que forman la constelación, la del medio representa al hechicero mochica.

La leyenda de Naylamp

Es la historia de un príncipe llamado Naylamp que surgió del mar en un Caballito de Totora y desembarcó en una caleta (hoy San José) al pie de la desembocadura de un río que se llamó Faquisllanga (río Lambayeque). Lo acompañaba un séquito de funcionarios, versados en diferentes artes y oficios. Luego, construiría un templo, dentro del cual colocaría un ídolo de jade verde al que llamó Yampallec. De donde provendría el nombre de Lambayeque.

Los cerros de Tres Tomas

Cuenta la leyenda que había tres hermanos que un día quisieron llegar al sol y decidieron construir torres de piedra, tan altas que les permitiera alcanzar la altura del sol. Cierto día el hermano menor, que había levantado su torre, desde la altura llamó a sus hermanos para que pudieran contemplar lo que se veía desde su torre. Los hermanos mayores envidiosos decidieron matarlo. El sol molesto por la traición de los hermanos, y para que sirviera de escarmiento, convirtió a los hermanos asesinos en cerros pequeños. Así es como el sol creó el cerro Mirador y a los otros dos que están junto a él.

La prisión del diablo y el cerro Mulato

En cierto día, los ángeles encerraron al diablo en el cerro Mulato. Como el diablo no podía escaparse decidió pasar aquel encierro en la forma más alegre posible: sembró flores, crío gallina y se constituyó una orquesta. Las aves las sacó de las piedras, las flores de las nubes y la orquesta de las tormentas. Por eso, en las faldas del cerro Mulato se escucha el cacarear de las gallinas, el ruido que produce el agua al regar el jardín y se oye la música del diablo.

Publicaciones Similares